Un llamado a la fe y a las promesas de Dios en tiempos actuales
- ICC

- 31 mar 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 12 abr 2020
En medio de la emergencia sanitaria mundial provocada por la masificación del SARS-CoV-2, invitamos a leer la siguiente reflexión escrita por nuestro hermano Moisés Vargas, encargado de la sede Rinconada de la ICC.

Escrito por Moisés Vargas, encargado ICC sede Rinconada
Amados Hermanos; Dios les Bendiga.
En estos momentos en que la humanidad está pasando tiempos difíciles, quisiera hacer la siguiente pregunta: ¿Es usted un cristiano gozoso y victorioso, o un cristiano afligido y dubitativo? .
Hoy hay muchos que reflexionan y consideran que su compromiso con Dios no ha sido el óptimo como para sentirse protegidos por nuestro Señor y no están experimentando el gozo que trae la vida en el Señor. La buena noticia es que a pesar de nuestras carencias en la fe, nuestro Dios es grande en misericordia y permanece fiel. Por lo mismo hay que aprovechar en gran manera estos temores y en ocasiones dudas para acercarnos más a Dios y tratar de conocerle mejor. Para esto debemos animarnos a recurrir a su palabra, porque mediante ella podemos conocerlo mejor, además de entender más de sus promesas y ordenanzas. Pida en oración que el Señor que aumente su fe.
Su palabra nos dice que la fe es primordial; “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay; y que es galardonador de los que le buscan”. (Hebreos 11:6)
Entonces bajo estas palabras, ¿Qué es la fe? el Escritor a los Hebreosnos da una definición “Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. (Hebreos 11; 1)
Y entonces ¿Cómo adquiero esta fe que agrada al Señor?; “Así pues la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Dios” (Romanos 10: 17) ¿Se da cuenta hermano que la clave está en abrir la biblia, escuchar a los predicadores de sana doctrina y obedecer lo que Dios nos dice?
Por ejemplo su palabra nos pide que nos entreguemos en un 100% a Él, con nuestras cosas buenas y también con nuestras cosas malas, es decir que nos consagremos a Dios. “Por tanto hermanos míos les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario cambien su manera de pensar para que así cambie también su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios , es decir, lo que es bueno, lo que es grato , lo que es perfecto.” (Romanos 12: 1-2)
Considere lo maravilloso que es priorizar a Dios en todo. Además cuando tomamos la decisión de entregar nuestra vida al señor, solo queda acogernos a sus promesas que siempre nos benefician. Por ejemplo considerando este tiempo de pandemia; su palabra dice: Salmo 91: 1-6 “El que habita al abrigo del altísimo se acoge a la sombra del todo poderoso. Yo le digo al señor tu eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confió; solo Él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallaras refugio. Su vedad será tu escudo y tu baluarte, no temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las sombras, ni la plaga que destruye a medio día”.
Que maravillosa bendición, que tranquilidad a mi corazón, cuanto ganamos al estar en ti mi Señor.
También existen muchos temores por la economía que regirá a nuestro país por algún tiempo. Sin embargo Dios de eso nos protege, pues así dice su palabra: Salmo 37: 25 “yo fui joven, y ya he envejecido, pero nunca vi desamparado al hombre bueno, ni jamás vi a sus hijos pedir limosna”. Sin duda que nuestra fe se acrecienta al oír esta verdad, pues nuestro Señor Jesucristo mismo lo confirmo en Juan 17: 17 al decir:” santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad.”
Solo queremos motivarlo que se acerque hoy más que nunca a Dios. No sea rebelde, no confié en su riqueza, ni en su sabiduría, tampoco en su poder, nada de eso lo salvara. Jeremías 9:23-24 dice así: “Que no se enorgullezca el sabio de ser sabio, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien se quiere enorgullecerse, que se enorgullezca de conocerme, de saber que yo soy el Señor, que actuó en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mí me agrada. Yo El Señor lo afirmo.”
Querido Hermano; sea obediente al Señor, también a las autoridades de salud y las recomendaciones que dan los expertos. Por más seguro que se sienta, no tiente al Señor, su palabra dice “no tentaras al señor tu Dios.” Esperamos de todo corazón que cuando pase este mal tiempo, usted se sienta un cristiano más gozoso y victorioso en el señor.
¡Al Señor sea toda la honra y la gloria! Amén.



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